Tras casi veinte días de detención ilegal y en condiciones deplorables, cinco mujeres annobonesas han sido finalmente liberadas tras resignarse a aceptar las condiciones impuestas por el régimen de Guinea Ecuatorial, siendo grabadas y repitiendo el discurso dictatorial.
Robustiana Majeda Bárcena, Generosa Bestue, Rita Laurel, Resurrección Malest y Francisca Andreu, secuestradas desde el 19 de julio en el contexto del escándalo de las dinamitas, fueron liberadas durante las últimas horas. Estas mujeres habían sido mantenidas en prisión junto a reos comunes, sin ningún tipo de instancia penal que justificara su detención.
La liberación de estas mujeres, usadas políticamente ante las cámaras por el régimen ecuatoguineano, resalta la arbitrariedad y brutalidad del sistema judicial del régimen del octogenario Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, en donde las detenciones son el resultado de caprichos políticos y no de delitos cometidos. Los verdaderos delitos, como bien se sabe, son perpetrados por aquellos que encabezan la cúpula del régimen, con sentencias desfavorables en varios países del mundo, mientras que el pueblo de Annobón sufre en silencio.
Vale recordar que la isla de Annobón, sitiada y sin comunicaciones con el exterior, enfrenta una crisis de miseria y hambre que es ignorada impunemente por el régimen. La detención y la liberación de estas mujeres, bajo condiciones extorsivas e inaceptables, es solo un reflejo del caos y la injusticia que caracterizan a la dictadura de Obiang.
La comunidad internacional debe prestar atención a esta situación y exigir justicia para los annoboneses que siguen padeciendo bajo el yugo de un régimen opresor y corrupto.