Mañana, 21 de marzo, la comunidad annobonesa en el exilio saldrá a las calles de Madrid para exigir el fin de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en la isla de Annobón y demandar una acción urgente por parte del gobierno español que conduce Pedro Sánchez.
La jornada de protesta comenzará a las 10.00 frente al Ministerio del Interior y continuará hacia el Congreso de los Diputados, en una marcha simbólica que busca interpelar directamente a las instituciones del estado español. El reclamo es claro: España debe asumir su responsabilidad histórica y política ante la situación crítica que atraviesa el pueblo annobonés.
“Annobón sale a la calle para pedir socorro”, declaró el Primer Ministro de la República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, en su último mensaje a la nación. “Queremos saber si España es parte de esta situación o si realmente va a escuchar nuestro clamor”.
“Un pueblo abandonado al hambre y al silencio”
En su alocución, Cartagena Lagar volvió a denunciar la situación de extrema gravedad que vive la isla, convertida en “una prisión a cielo abierto” por el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Falta de electricidad, servicios básicos, comunicaciones e infraestructura mínima: la vida en Annobón se encuentra fuertemente militarizada y al borde del colapso, mientras la represión se intensifica.
“Esto ya no es solo una cuestión de los annoboneses, es un atropello a la vida misma”, dijo el Primer Ministro, señalando que la dictadura ecuatoguineana ha consolidado un modelo de exclusión y exterminio cultural hacia el pueblo annobonés.
También denunció los abusos sistemáticos contra mujeres y niñas, secuestradas en cuarteles militares y sometidas a violencia sexual. “Las niñas de Annobón ya no tienen voz, las mujeres de Annobón ya no tienen voz, los hombres de Annobón ya no tienen voz”, advirtió Cartagena Lagar, quien llamó a la comunidad internacional a no mirar hacia otro lado.
Un grito de auxilio desde el corazón del exilio
La movilización en Madrid busca romper el cerco del silencio mediático y diplomático que rodea al drama annobonés. Según Cartagena Lagar, España no puede continuar ignorando las consecuencias de un proceso de descolonización mal resuelto, en el que Annobón fue entregado a una estructura represiva sin consultar la voluntad de su pueblo.
“En 1968, cuando España otorgó la independencia a Guinea Ecuatorial, no se nos preguntó si queríamos formar parte de nuestro verdugo”, recordó. “Este pueblo también fue parte de España, también fue parte de su historia, y hoy sigue siendo una colonia pendiente de una descolonización justa”.
La imagen elegida por Cartagena Lagar para definir el momento es la del remo alzado, una señal tradicional de auxilio en alta mar entre los annoboneses. “Cuando un hombre annobonés está en peligro, levanta el remo. Cuando una mujer queda sola porque deportaron a todos los hombres, grita. Cuando un niño pasa hambre, llora hasta que se le va la voz. Annobón sale hoy a la calle para levantar el remo, para gritar, para llorar”.