En un nuevo episodio de represión, el Ejecutivo Nacional de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), Francisco Ballovera Estrada, ha sido detenido por la Gendarmería Nacional mientras visitaba a los presos de la República de Annobón. El dirigente llevaba alimentos traídos de la isla para los detenidos.
Esta detención se suma a la serie de abusos y violaciones de derechos humanos que el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo ha perpetrado contra el pueblo de Annobón. Durante los últimos diez años, esta pequeña isla ha sufrido las consecuencias devastadoras de las detonaciones para la extracción de minerales. Cada explosión ha dejado grietas en las viviendas, ha desestabilizado el suelo y ha convertido las calles en lagunas insalubres. La infraestructura prometida no ha traído beneficios, sino desolación y sufrimiento para los annoboneses.
El pueblo de Annobón, harto de la destrucción y la negligencia, decidió alzar su voz. Redactaron un documento formal para detener las detonaciones, el cual fue entregado al gobernador de facto. Sin embargo, en lugar de recibir apoyo, los firmantes fueron trasladados forzosamente a Malabo, tratados con violencia y confinados ilegalmente sin contacto externo. En un acto de represalia, el régimen de Obiang sustrajo los teléfonos existentes en la isla y, luego, cortó todas las comunicaciones, incluyendo las líneas telefónicas e internet, aislándola completamente del mundo exterior y aumentando la posibilidad de violaciones masivas de derechos humanos sin testigos.
La detención de Ballovera Estrada es un intento más del régimen de sofocar la solidaridad y el apoyo hacia los secuestrados y de mantener a Annobón bajo un control férreo y opresivo. La comunidad internacional debe prestar atención a estos eventos y exigir la liberación inmediata de todos los detenidos injustamente.
Esta situación también destaca la importancia de la vigilancia y el reporte constante de las violaciones de derechos humanos en Guinea Ecuatorial. A pesar de los intentos del régimen de lavar su imagen en medios internacionales, la realidad en el terreno es de opresión y violencia sistemática contra aquellos que se atreven a cuestionar la dictadura de Obiang.
El pueblo de Annobón sigue en pie de lucha, resistiendo ante la brutalidad y la injusticia.