Los archivos publicados por WikiLeaks que exponen el abandono histórico de la isla de Annobón

Gerald Ford y Francisco Macías Nguema.

Annobón, una pequeña isla ubicada al sur de Santo Tomé y Príncipe, ha sido víctima de un sistemático abandono por parte de los sucesivos regímenes que han gobernado Guinea Ecuatorial. Pero este olvido y marginación no es nuevo: documentos publicados por WikiLeaks, correspondientes al Departamento de Estado de Estados Unidos, revelan que ya en la década de 1970 la situación de la isla era motivo de preocupación en foros internacionales, aunque sin una solución concreta.

Uno de estos documentos, un telegrama fechado el 23 de agosto de 1976 perteneciente al Departamento de Estado de Estados Unidos, detalla cómo una delegación annobonesa, que llegó a Gabón en un cayuco que bautizaron como Kindjadja ,tras remar ocho dias y noches sin ningun sistema de nagacion, solicitó ayuda ante la Organización de las Naciones Unidas. En él, se menciona que «Annobón es totalmente ignorado por el gobierno de Guinea Ecuatorial y no tiene contacto con el gobierno central en Malabo». Además, el documento subraya que la población de la isla, estimada en ese momento en 4 mil personas, sobrevivía únicamente de la pesca y el poco cultivo posible en su suelo volcánico, sin recibir asistencia externa de ningún tipo. “La comida es escasa y las medicinas son prácticamente inexistentes”, afirmaron los delegados.

Este pedido de auxilio ante la ONU se vio obstaculizado por la posibilidad de represalias del régimen de Francisco Macías Nguema. Según el telegrama, el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Libreville se encontraba en un dilema, ya que, aunque consideraba legítima la petición de ayuda de los annoboneses, temía «causar problemas para los isleños» si se gestionaba la asistencia sin involucrar a Malabo.

La falta de respuesta llevó a la delegación annobonesa a buscar apoyo en Estados Unidos. En un segundo telegrama, fechado el 2 de septiembre de 1976, se revela que, debido a la ruptura de relaciones diplomáticas entre Washington y Malabo en marzo de ese año, la administración estadounidense consideraba que «no había forma de responder a la solicitud de Annobón en un nivel bilateral». La única esperanza que quedaba era que el PNUD en Malabo intercediera ante el gobierno ecuatoguineano, aunque las posibilidades de éxito eran mínimas.

Finalmente, un tercer telegrama del 15 de septiembre de 1976 da cuenta de un nuevo intento de la delegación annobonesa, esta vez directamente en la embajada de Estados Unidos en Libreville, Gabón. Allí entregaron una carta de ocho páginas dirigida al entonces presidente de Estados Unidos, Gerald Ford, exponiendo la situación de abandono total en la que se encontraba la isla y solicitando cualquier tipo de ayuda, especialmente medicinas para enfrentar brotes de cólera, sarampión y polio. “Annobón prefiere separarse de Guinea Ecuatorial si eso fuera posible, pero nuestro caso no es el de una secesión, sino de simple supervivencia”, manifestaron los representantes de la isla.

El telegrama también recoge un episodio que ilustra la brutalidad del aislamiento impuesto por Malabo. Según los annoboneses, en los últimos dos años habían enviado innumerables mensajes de socorro por radio, y solo una vez recibieron una embarcación del gobierno ecuatoguineano. Pero en lugar de llevar ayuda, el barco ofreció herramientas y suministros a cambio de dinero, ignorando que en la isla no circulaba efectivo. Al ver que nadie podía pagar, los tripulantes simplemente zarparon de regreso con la mercancía aún a bordo.

Estos documentos difundidos por Wikileaks son la prueba irrefutable de que el abandono de Annobón no es un invento de «trasnochados», sino un hecho histórico reconocido por la comunidad internacional. Desde entonces, la situación de la isla no ha hecho más que empeorar. La marginación persistente, la falta de atención gubernamental y la explotación de sus recursos sin ningún beneficio para su gente llevaron finalmente a los annoboneses a proclamar su independencia unilateralmente.

El régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, heredero de la política de marginación de Macías, no solo ha mantenido este abandono, sino que ha implementado una represión feroz contra los annoboneses que han osado denunciarlo. La situación actual de Annobón sigue siendo crítica: la isla se encuentra incomunicada, sus habitantes son perseguidos y el expolio de sus recursos continúa sin freno.

Lo que estos documentos de la década de 1970 demuestran es que el problema de Annobón ha estado en la agenda internacional por décadas, aunque de manera solapada. La comunidad internacional ya estaba al tanto de la marginación de la isla y su situación desesperada hace casi 50 años, pero el abandono y la opresión han persistido hasta el día de hoy. La lucha de los annoboneses por su autodeterminación no es una cuestión reciente ni arbitraria, sino la única respuesta posible ante un siglo de olvido y abuso sistemático.

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