A partir del aislamiento a la que está sometida la República de Annobón, la llegada mensual de la barcaza de contenedores, aunque esperada con ansias como un salvavidas para acceder a productos básicos, es también un recordatorio de las dificultades logísticas y humanitarias que enfrenta la población en su día a día.
La reciente medida anunciada por la dictadura de Guinea Ecuatorial para facilitar el acceso a la isla a través de los buques San Valentín y Viteoca, consecuencia de las múltiples denuncias y reclamos del movimiento independentista Ambô Legadu, ha sido recibida con escepticismo por parte de los annoboneses.
Ahora, a través de un comunicado del Ministerio de Transportes, Tecnología, Correos y Telecomunicaciones, Guinea Ecuatorial anunció cambios en la ruta del ferri Viteoca, anunciando la trayectoria Malabo / Bata / Annobón, lo que refleja una respuesta errónea y tardía a las demandas de la desgastada comunidad annobonesa. En ese sentido, la falta de consideración hacia las necesidades y deseos de los isleños deja en claro que estos cambios no abordan las profundas grietas en el sistema corrupto ecuatoguineano.
En esa línea, el Primer Ministro de la República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, afirmó: “Los annoboneses vivimos incómodos en Guinea Ecuatorial y esta insatisfacción está generando problemas día a día. Prueba de ello es el clamor popular de que la dictadura respete nuestra independencia y retire sus militares de Annobón”.
La resistencia y la lucha de los annoboneses por una vida digna y sostenible en su propia tierra continúan, a pesar de los cantos de sirena y obstáculos impuestos por un régimen de Obiang, que parece más preocupado por mantener su control que por el bienestar de su gente.
En última instancia, aunque Guinea Ecuatorial puede cambiar de barcaza, parece que poco cambiará para los habitantes de la República de Annobón hasta que se aborden las raíces profundas de sus problemas y se respete verdaderamente su independencia y dignidad.