Durante las noches y con agentes vestidos de civil, continúan los secuestros bajo el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, revelando un cuestionable patrón de operaciones clandestinas. Esta táctica se caracteriza por actuar en la sombra, evitando la luz del día para evitar levantar sospechas.
La detención de Mene Galán esta madrugada ha causado gran indignación en la sociedad civil. Fue arrestado sin orden judicial como parte de una serie de acciones represivas intensificadas por el régimen de Malabo en la última semana, que comenzó con el secuestro de casi veinte personas, muchos de ellos de avanzada edad, en la República de Annobón.
El incidente se originó cuando los residentes de la isla de Annobón expresaron su preocupación por el uso de dinamita por parte de la empresa SOMAGEC, la cual está destruyendo sus frágiles viviendas.
El arresto de Mene Galán se suma al de Francisco Ballovera Estrada, líder del Partido Convergencia para la Democracia Social (CPDS), quien fue detenido el lunes por la tarde mientras llevaba alimentos a los presos de Annobón.
Estos actos han sido firmemente condenados por voces prominentes de la sociedad civil, quienes exigen el cese inmediato de estas hostilidades. Ayer mismo, Human Rights Foundation (HRF), una organización dedicada a la promoción y protección de la democracia y los derechos humanos a nivel global, denunció las graves violaciones a los derechos humanos y el estado de derecho en el régimen de Obiang.