El abogado Evaristo Nguema Eló, uno de los pocos profesionales del derecho en Guinea Ecuatorial que se atrevió a alzar la voz por los derechos de los annoboneses secuestrados a mediados de 2024, fue víctima de un nuevo episodio de acoso policial en la madrugada del viernes. Según reveló Radio Macuto, dos personas uniformadas y encapuchadas intentaron intimidarlo permaneciendo varios minutos frente a su vivienda, en lo que parece ser una clara advertencia del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo por su labor en defensa de la legalidad.
El incidente ocurrió entre la 01:30 y las 02:00 de la madrugada. Los agresores, que no intentaron ingresar ni identificarse, se limitaron a tocar insistentemente la reja de la puerta del domicilio del abogado. Gracias a las ventanas de visión controlada, Nguema Eló pudo observarlos desde el interior. La escena recuerda a muchas otras que, en la historia reciente del país, han terminado con titulares funestos.
Este acto de hostigamiento no es aislado. Semanas atrás, el abogado había sido objeto de una provocación deliberada en un bar familiar, cuando un conocido suyo ingresó con el teléfono en modo grabación, buscó iniciar una conversación crítica con el régimen e intentó grabar en secreto sus palabras. “Es una técnica de provocación de manual”, señalan allegados al abogado.
Evaristo Nguema Eló fue uno de los pocos juristas que se animó a asistir a los ciudadanos de Annobón secuestrados y trasladados forzosamente, luego de que denunciaran las explosiones descontroladas en su isla por parte del régimen de Obiang. Mientras gran parte del país miraba hacia otro lado o guardaba silencio por miedo, Nguema Eló decidió ejercer su profesión con valentía y dignidad.
El pueblo annobonés expresa su más profundo agradecimiento al abogado Evaristo Nguema Eló por su valentía, humanidad y dignidad al enfrentarse al hostigamiento del régimen en defensa de los derechos humanos y los annoboneses secuestrados. Exigimos al Estado de Guinea Ecuatorial que cese de inmediato todo tipo de hostigamiento, respete los derechos humanos fundamentales, cumpla con el derecho internacional y reconozca la voluntad soberana e inalienable del pueblo annobonés.
