Una anciana de 75 años llamada Petronila Alfaro León, conocida cariñosamente como Mamá Nanana, ha fallecido tras un trágico accidente en la isla de Annobón. El hecho ocurrió el 27 de septiembre, mientras se encontraba en su finca de Sênchagu -ubicada cerca del Pico de Fogo- buscando el sustento diario, ya que en Annobón se vive de la cosecha diaria de la agricultura de subsistencia.
Acompañada de su hermana Mamá Blas, Petronila sufrió una caída provocada por una piedra que se desprendió del terreno inestable, afectado por más de veinte años de explosiones de dinamitas en la isla. Este resbalón desencadenó una riada de piedras que la golpeó, causándole heridas mortales.
La caída de la piedra no solo afectó a Petronila, sino que también generó un deslizamiento de tierra y rocas en el área, bloqueando los accesos y dificultando los esfuerzos de rescate. Tras el accidente, Mamá Blas recorrió más de 4 kilómetros a través de bosques y senderos casi abandonados para buscar ayuda, ya que el régimen de Guinea Ecuatorial ha prohibido el uso de teléfonos móviles en la isla desde las protestas contra las explosiones de dinamitas ocurridas el 17 de julio. En aquel momento, los habitantes de Annobón enviaron una carta de súplica al presidente, solicitando el cese de estas actividades que han causado daños significativos a la naturaleza y a la infraestructura de la isla.

Al llegar a la ciudad de Palé, la hermana de Petronila llegó exhausta y sin voz, pero logró alertar a los jóvenes sobre el terrible accidente. En condiciones de extrema pobreza y desesperación, lograron rescatar a Petronila -quien aún estaba con vida- de entre las piedras y el lodo seco. Sin embargo, su estado era crítico: había sufrido la rotura de una de sus piernas y contusiones severas en la cabeza. El traslado de la anciana fue un reto casi imposible, ya que en Annobón no existe asistencia sanitaria, hospitales, ambulancias ni carreteras adecuadas para emergencias.
La riada de piedras ha dejado a la comunidad inquieta, evidenciando la fragilidad del terreno que atraviesan diariamente en busca de sustento. Este fenómeno de desprendimiento de tierra en el valle de Sênchagu, cercano al lago Á Pot, está relacionado con inundaciones ocurridas en meses anteriores, provocadas por la falta de consistencia del suelo debido a las explosiones de dinamitas realizadas por la empresa SOMAGEC, vinculada al régimen de Obiang.
La muerte de Petronila es un reflejo del abandono y la discriminación que sufre el pueblo de Annobón desde la creación ficticia de esta entidad colonial. Las acciones traicioneras llevadas a cabo por algunos annoboneses del régimen han resultado en la confiscación de teléfonos móviles, el silencio sobre la lucha por la liberación del pueblo del yugo neocolonial fang en Guinea Ecuatorial, y la total incomunicación de la isla con el resto del mundo. Esta situación ha agravado el sufrimiento de la población, provocando muertes que, en condiciones normales, podrían haberse evitado.
Desde el gobierno de la República de Annobón denunciaron esta represión y secuestro que padece el pueblo annobonés bajo la tiranía de los habitantes de Río Muni, a la que calificaron como “una fuerza colonial corrupta y sin escrúpulos que opera en los antiguos territorios coloniales de España, Annobón y Fernando Poo, bajo el pseudónimo de Guinea Ecuatorial”. Y recordaron: “Esta fuerza de ocupación colonial subsidiaria y corrupta ha perpetuado una limpieza étnica silenciosa que dura ya 56 años, desde el 12 de octubre de 1968, causando sufrimiento, hambre, desesperación y muerte en más del 70 por ciento de la población de Annobón”.