El barco hacia Annobón: La odisea que perpetúa el aislamiento y la marginación

La República de Annobón se prepara una vez más para recibir al barco procedente de Guinea Ecuatorial, que realiza su trayecto mensual -o muchas veces bimensual- a través de Río Muni. Este viaje, lejos de ser un puente que conecte a Annobón con Guinea Ecuatorial, simboliza el aislamiento sistemático que sufren los annoboneses. Sin programas de abastecimiento ni apoyo logístico, el barco se limita a transportar a los pasajeros y sus efectos personales, en condiciones precarias y deshumanizantes.

Un trayecto de supervivencia

Las imágenes que acompañan esta nota evidencian la odisea que supone el viaje de más de tres días y noches. Los annoboneses, acostumbrados a la marginación y el abandono por parte del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, llevan su propia agua y comida para enfrentar un recorrido que carece de los servicios básicos más elementales.

No hay duchas, cocina, ni acceso a agua potable o alimento. La supervivencia se convierte en un desafío en un entorno que, a todas luces, refleja la indiferencia y el desprecio del gobierno hacia el pueblo de Annobón.

Un régimen sin respuestas

En Annobón, los habitantes viven por sus propios medios, sin recibir ningún tipo de apoyo por parte del gobierno de ocupación colonial de Obiang. La proclamación unilateral de independencia en 2022 fue una respuesta inevitable a décadas de abusos y marginación. Sin embargo, la persistencia del régimen solo agravó las cosas: los niños de Annobón pasan hambre, los recursos son escasos y la infraestructura inexistente, mientras que el barco enviado por Guinea Ecuatorial se presenta como una puesta en escena política para lavar la imagen de los Obiang ante el mundo.

A pesar del abandono, los annoboneses no se olvidan de su tierra. En cada viaje, con esfuerzo y sacrificio, llevan consigo vida y esperanza a los habitantes de la isla. Annobón persiste, porque su gente no se rinde. Aun enfrentando las penurias impuestas por el régimen, el amor por su patria y su cultura prevalece.

Como ocurre en otras latitudes, para estas fiestas la población de Palé en general y los niños en especial no esperan juguetes ni regalos, sino la esperanza de verse libres algún día.

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