En el marco de su visita oficial a Uruguay, el Primer Ministro de la República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, ofreció una desgarradora exposición sobre la situación que enfrenta su pueblo, sometido a una dictadura de 57 años, pobreza extrema y abusos sistemáticos. Durante su intervención en la sede central de Organizaciones Mundo Afro, en Montevideo, el dirigente compartió la dura realidad de Annobón, una isla africana que lucha por sobrevivir a la violencia, la marginación y la desaparición identitaria.
De la mesa participó Romero Rodríguez, ex Embajador del Uruguay en el Africa Subsahariana; Verónica Villagra, Presidenta de la organización; y Noelia Ojeda y Martín Rorra, de la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes.
Desgarrador relato histórico
Cartagena Lagar relató las condiciones extremas en las que vive su pueblo: «Annobón es una isla de 17 km², sin electricidad, sin agua potable y sin sanidad. Vivimos en condiciones de miseria absoluta: si alguien se enferma, simplemente muere. No tenemos educación. El único centro escolar fue destruido para construir la casa del presidente, quien solo ha visitado la isla dos veces en 47 años”.
Las condiciones de vida en Annobón no son solo precarias, sino mortales. En su relato, el Primer Ministro recordó la epidemia de cólera de 1973 que redujo la población de la isla al 30 por ciento y cómo años después, otra epidemia de sarampión acabó con más de 500 niños: «El presidente de Guinea Ecuatorial, lejos de brindar ayuda, declaró que lo que pasaba en Annobón era ‘problema de los anoboneses’”.

Dictadura y represión
Siguiendo con su alocución, no solo describió la situación de desamparo, sino también los abusos de poder y la represión sistemática. Annobón ha vivido bajo el yugo de una dictadura violenta desde su independencia: «Estamos viviendo una dictadura de 57 años, un gobierno que sigue oprimiendo a mi pueblo. La violencia sexual contra mujeres y niñas es una de las formas de control, sometiendo a las niñas a abusos sistemáticos. El objetivo es hacer desaparecer nuestra cultura, nuestra lengua y nuestro pueblo”.
Exilio y lucha por la autonomía
Cartagena Lagar también destacó las terribles consecuencias de intentar levantar la voz: «Cuando pedimos autonomía, el gobierno de Guinea Ecuatorial envió 500 militares a Annobón con el único objetivo de repetir las mismas brutalidades. Nos están exterminando, pero no hemos perdido la esperanza. Pedimos ayuda internacional porque el exterminio de Annobón es inminente”.

A pesar de los esfuerzos por alcanzar la autonomía y el reconocimiento internacional, la represión continúa, obligando a la población a luchar por su supervivencia: «Hoy en día, aún enfrentamos la invasión militar, el abuso sexual de las niñas y la total falta de derechos humanos. Las pocas personas que quedan, estamos siendo sometidas a una cultura de violencia y destrucción”, explicó.
Cartagena Lagar finalizó su intervención recordando las tradiciones de su pueblo, que a pesar de todo, sigue luchando por la dignidad, la cultura y la supervivencia: ”No hemos perdido nuestra sonrisa, nuestra identidad, pero necesitamos el apoyo del mundo para que no desaparezcamos. Annobón es un pueblo que aún tiene esperanza”.