La reunión organizada el 11 de mayo por los miembros annoboneses del partido de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, apoyados por su fuerza de ocupación ilegal, tenía un objetivo claro: obligar al pueblo de Annobón a manifestarse en su propia contra. Sin embargo, todos los intentos del régimen y sus cómplices locales terminaron en un rotundo fracaso.
Victoriano Manel Quintana, en un intento desesperado por controlar el poder espiritual de la isla, recurrió a prácticas de brujería con la intención de entregarlo al gobernador Fang, pese a conocer el trágico destino de quienes lo hicieron previamente, como Holario Sisa Torres y Pa Canito. Tras el primer revés, trasladó su plan a la iglesia católica que también está bajo control de un fang, esperando ejecutar los rituales allí. Pero la improvisación y la falta de convicción volvieron a frustrarlo: la anciana designada para leer las frases mágicas no sabía leer y, en vez de seguir el guión, pronunció palabras en favor de Ambô.
La escena fue bochornosa. Hace un año, nuestras abuelas fueron detenidas por defenderse contra las dinamitas; hoy, el régimen pretende enfrentarlas a su propia libertad. La reunión terminó abruptamente cuando una llamada desde el gobierno —esta vez del mismísimo Estado Mayor— interrumpió todo. Nervioso y gritando, ordenó que no se hiciera nada en nombre de Obiang. El gobernador y el general, ambos representantes de facto del poder colonial de Guinea Ecuatorial en Annobón, deben tener los días contados en la isla al prestarse a las brujería de Menel Quintana, uno de los más crueles y temibles personajes jamás conocido.

El resultado no pudo ser más desastroso: los annoboneses del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) han quedado completamente expuestos, humillados y sin ninguna credibilidad ante el pueblo y ante el mismo poder maligno de Obiang. Todos los planes del régimen para someter a Annobón han fracasado estrepitosamente. La brujería no levanta un país ni doblega una isla que resiste.
Se esperan consecuencias. Victoriano Manel Quintana ya ha solicitado protección urgente a sus superiores en Malabo, sabiendo que en Annobón corre el riesgo de encontrarse cara a cara con Sandjawel.