En una fotografía que comenzó a circular vía redes sociales, se puede observar el crudo contraste entre la miseria y la fachada construida para maquillar y confundir a la opinión pública internacional sobre la situación en Annobón, la isla que se encuentra bajo el control militar del régimen ocupacional de Guinea Ecuatorial.
La imagen muestra un hotel a medio terminar y una piscina vacía, un símbolo de la opulencia y el despilfarro en una isla que sufre de hambre, falta de agua potable, opresión, abusos, incomunicación y una larga lista de violaciones a los derechos humanos. Esta visión refleja una realidad distorsionada que intenta ocultar las verdaderas condiciones en la que viven los habitantes de Annobón.
En ese marco, el Primer Ministro de la República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, expresó su indignación a través de Twitter: «El contraste entre la miseria en Annobón y la mentira para maquillar y confundir la opinión pública. El gasto de este hotel es suficiente para dotar a Annobón de infraestructura de agua potable. Pero vale más el capricho y la destrucción de la isla que el pueblo de Annobón en Guinea Ecuatorial”.
“El hotel se construye a tan solo 200 metros de la bella playa de Palián. Entonces, surge la pregunta de quién querrá una piscina de agua contaminada, poco saludable, teniendo la playa a dos pasos con agua cristalina bajo un sol de justicia. Decisiones llenas de maldad, mala fe y poca profesionalidad, símbolo de sometimiento y agresión al pueblo de Annobón”, añadió.
La construcción de este hotel, un proyecto grotescamente violatorio a la soberanía de la República de Annobón, es un claro ejemplo de las prioridades distorsionadas del régimen ocupacional de Guinea Ecuatorial. Mientras millones de francos CFA se invierten en una estructura que probablemente nunca se termine, los ciudadanos de Annobón siguen enfrentando necesidades básicas insatisfechas y un entorno de constante represión.
Finalmente, la piscina vacía del hotel se convierte en un potente símbolo de la falta de acceso a agua potable para la población local, resaltando la ironía y la injusticia de una isla rica en belleza natural y recursos, pero empobrecida y explotada por un régimen que antepone sus propios intereses a los derechos y el bienestar de sus nativos.