En el marco del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, la comitiva oficial de la República de Annobón mantuvo un encuentro clave en Argentina con el representante del Parlamento del Mercosur, Matías Sotomayor, quien se comprometió a llevar ante el Parlasur el caso de segregación étnica y violación sistemática de los derechos humanos que sufre el pueblo annobonés bajo el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
El Primer Ministro, Orlando Cartagena Lagar, y el canciller annobonés, Reginaldo Piño Huesca, fueron recibidos por Sotomayor en un encuentro que se desarrolló en un clima de fraternidad y solidaridad. El parlamentario destacó que Annobón, hoy mayoritariamente en el exilio y atravesado por graves problemas territoriales, sostiene “una lucha legítima por su dignidad, su soberanía y su futuro”.
Sotomayor subrayó que la cooperación internacional no puede ser indiferente a los derechos humanos de los pueblos y señaló a la asistencia humanitaria como “el canal correcto” para responder a la crisis que atraviesa la isla. Asimismo, recordó que la soberanía y seguridad alimentaria deben ser pilares fundamentales, porque “allí donde faltan el pan, la tierra, el trabajo y la paz, se pone en riesgo la vida misma”.

El parlamentario argentino entregó a la delegación annobonesa un ejemplar del libro La Hora de los Pueblos, de Juan Domingo Perón, y una imagen bendecida por el Papa Francisco, como símbolo de unidad y lucha compartida. “Solo desde la escucha, el diálogo y la solidaridad entre los pueblos podemos construir un mundo más humano”, afirmó.
La visita marca un paso importante en la internacionalización de la causa annobonesa, que busca visibilizar ante los organismos regionales e internacionales la represión, el desplazamiento forzoso y la persecución que sufre el pueblo de Annobón.
Annobón es, como señaló el periodista español Ferran Barber, el mayor Gulag a cielo abierto del mundo. Esta isla, hoy completamente militarizada, se ha convertido en una prisión sin muros donde el pueblo annobonés sufre una persecución sistemática en todo el territorio de Guinea Ecuatorial. La hambruna se utiliza como arma de exterminio, y el abuso infantil, como instrumento de humillación colectiva. Annobón vive bajo un régimen de represión constante, aislada y silenciada, convertida en un símbolo trágico de abandono y violencia institucionalizada.