En el marco del V Foro Mundial de Ciudades y Territorios por la Paz, el periodista argentino Santiago Sautel alzó la voz en nombre del pueblo de Annobón durante una de las sesiones organizadas por la UNESCO, titulada “Redes para la Paz. Alianzas frente a la discriminación, el racismo y los discursos de odio”. El evento se celebró en el Antel Arena de Montevideo y congregó a representantes de gobiernos, organizaciones sociales y académicos de toda América Latina y el Caribe.
Sautel, visiblemente conmovido, centró su intervención en lo que denominó como un “genocidio anobonnés lento y sistemático”. Denunció la situación de aislamiento, represión y olvido que sufre la pequeña isla africana, históricamente vinculada al Río de la Plata desde su anexión al Virreinato del Río de la Plata por el Tratado de El Pardo.
«Annobón es una hermana perdida de Uruguay y Argentina», dijo Sautel, quien repasó hechos históricos y alertó sobre la situación actual de la isla, sometida al aislamiento tecnológico, militarización, desplazamientos forzosos, censura, torturas, represión cultural y prohibición del uso de la lengua tradicional, el fá d’ambô. “En Annobón, para ir al baño hay que ir a la playa”, señaló, graficando el nivel de abandono al que se ha sometido a los isleños.
El periodista lamentó que ningún representante del pueblo annobonés haya podido estar presente, debido a las restricciones presupuestarias. No obstante, remarcó la necesidad de visibilizar estos crímenes como un primer paso para construir paz: “Este Foro de Paz es el espacio ideal para hacer sonar esta voz. Creo que visibilizar es la forma y el puntapié para empezar a darle soluciones a los problemas y ojalá esta no sea la excepción”.
El evento, coorganizado por la UNESCO – a 80 años de su creación- y la Coalición Latinoamericana y Caribeña de Ciudades contra el Racismo, buscó articular redes para enfrentar la discriminación, la xenofobia y los discursos de odio. En este contexto, la denuncia sobre el caso Annobón representa una situación de emergencia alimentaria, sanitaria, educativa y de supervivencia cultural. Está en juego la dignidad, la libertad y la vida de un pueblo. Es imperativo salvar vidas y asumir la responsabilidad de la comunidad internacional revisando decisiones coloniales injustas y perjudiciales, con el objetivo de poner fin al exterminio del pueblo de Annobón.
Annobón resonó como un llamado urgente a la comunidad internacional.