El viernes pasado, se intensificó la tensión entre España y Guinea Ecuatorial después de que el gobierno de este último llamara a consultas a su embajador en Madrid, Miguel Edjand, en respuesta a lo que percibe como «persecución por parte de la justicia española» contra varios miembros del gobierno de la antigua colonia española, según informó Europa Press.
El vicepresidente del país africano, Teodoro Nguema Obiang, quien es hijo del dictador Teodoro Obiang y se considera su sucesor, anunció esta decisión a través de un mensaje en X.
La causa de esta tensión radica en la orden de detención e ingreso en prisión emitida el pasado 23 de febrero por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz contra Carmelo Ovono Obiang, uno de los hijos de Obiang, quien está siendo investigado por su presunta implicación en el secuestro y desaparición de cuatro miembros del Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial Tercera República (MLGE3R).
Asimismo, el juez dictó órdenes similares contra el ministro de Seguridad Nacional, Nicolás Obama Nchama, y el director general adjunto de Seguridad Presidencial, Isaac Nguema Ondo.
Estas acciones judiciales se desencadenaron luego de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenara al juez Pedraz emitir órdenes internacionales de detención contra estos individuos, en respuesta a un recurso presentado por el MLGE3R y las familias de las víctimas, quienes impugnaron la decisión previa del juez instructor de no tomar medidas. En esa instancia, Pedraz había optado por remitir el caso a la justicia ecuatoguineana.
El caso bajo investigación se remonta a mayo de 2023, cuando el vicepresidente ecuatoguineano, conocido como ‘Teodorín’, había amenazado con suspender la cooperación militar con España si continuaba el enjuiciamiento de altos cargos del ejército de su país. La investigación española se centra en el presunto secuestro y las torturas infligidas a cuatro miembros del MLGE3R, incluidos ciudadanos residentes en España y españoles, que habrían sido capturados en Sudán del Sur y trasladados clandestinamente en un avión oficial de Guinea Ecuatorial para ser sometidos a torturas en un centro de detención en el país africano.