Dádivas de la dictadura de Obiang para sostener la pobreza de Annobón

La isla de Annobón es escenario de una lucha silenciosa por la independencia y la supervivencia. Sin embargo, la opresión ejercida por la dictadura de Obiang en Guinea Ecuatorial ha mantenido a esta incipiente república sumida en la pobreza y la desigualdad.

Recientemente, se ha dado a conocer una donación realizada por el personal de la agencia del Banco Nacional de Guinea Ecuatorial (BANGE) en Annobón al precario centro de salud de la isla. Esta obra social, consistió en la entrega de artículos de primera necesidad a recién nacidos y niños hospitalizados y no hospitalizados. Si bien este gesto puede parecer loable a simple vista, es importante analizarlo en el contexto más amplio de la situación en Annobón.

La isla de Annobón ha enfrentado décadas de opresión y explotación por parte del estado y el gobierno de Guinea Ecuatorial. La falta de atención médica adecuada, la escasez de recursos y la represión política han llevado a la isla a una situación de extrema pobreza y sufrimiento. A pesar de los esfuerzos del pueblo annobonés por obtener su independencia y mejorar su calidad de vida, la dictadura de Obiang ha perpetuado la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la población.

El reciente acto de caridad por parte de BANGE puede interpretarse como un intento de lavar la imagen del régimen opresivo de Obiang, en lugar de abordar las causas subyacentes de la pobreza en Annobón. Mientras tanto, el primer ministro de la República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, denuncia la miseria y el sufrimiento del pueblo annobonés, que continúa siendo ignorado por el gobierno de Guinea Ecuatorial.

“Annobón ha sobrevivido de forma independiente bajo la sombra de la tiranía del estado de Guinea Ecuatorial, que no ha escatimado esfuerzos por someterla bajo represión militar sangrienta, discriminación lenta y feroz e injusticia social, política y económica”, aseguró Cartagena Lagar

Y añadió: “El estado y el régimen de Guinea Ecuatorial han condenado al pueblo de Annobón a la miseria, dolor y muerte, sin sanidad, educación, electricidad ni alimentos y sin agua corriente, con permanente bloqueo y embargo totales que duran ya 55 años. La población de Annobón no crece porque la mayoría de los niños no sobreviven al primer año por falta de vacunas, por falta de leche y mueren de hambre, y la mayoría de los que sobreviven no superan los 45 años”. 

Finalmente, el primer ministro cerró: “Luchamos por justicia y por nuestra libertad y exigimos la retirada inmediata de la fuerza militar de ocupación colonial fang de nuestro territorio”. 

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