La República de Annobón celebró hoy a su santo patrono, San Antonio de Padua. Sin embargo, en un intento desesperado por deslegitimar esta fecha y atacar la identidad de los annoboneses, el gobierno ocupacional de Guinea Ecuatorial ha promovido esta celebración en todo el país, intentando nacionalizarla y minar la integridad de la isla de Annobón. Este ataque no se limita a lo religioso, sino que se extiende a todas las facetas étnicas y culturales únicas de Annobón.
Para colmo, durante las festividades en la isla, numerosos militares Fang fueron desplegados por el territorio atemorizando y controlando a la población local. Los isleños interpretaron esta presencia como una provocación y una nueva violación a su soberanía.
El régimen ocupacional de Guinea Ecuatorial lleva adelante un fuerte ataque contra la identidad étnica de Annobón, promoviendo la violación de mujeres y niñas, asesinando, secuestrando y deportando a los hombres. Este avance es tal que se calcula que la mayoría de los niños nacidos en Annobón son fruto de violaciones perpetradas por militares Fang.

Ahora, como parte del plan que apunta a contrarrestar las ideas independentistas de la República de Annobón, enmarcadas en la proclama de Ambô Legadu, el régimen ecuatoguineano ha iniciado una feroz campaña de prebendas. Estas incluyen desde alimentos hasta lanchas particulares, intentando comprar la lealtad de los annoboneses y sofocar sus aspiraciones de independencia.
Sin embargo, los annoboneses, conscientes de este ataque a su integridad identitaria y de las numerosas carencias a las que los somete el régimen ocupacional, han decidido tomar todas las donaciones posibles para utilizarlas en favor de la causa Ambô Legadu. Su resistencia y determinación siguen siendo un faro de esperanza para aquellos que luchan por la independencia y la preservación de su identidad cultural.
Esta tensa situación resalta la creciente desesperación del gobierno ocupacional por mantener el control sobre Annobón, a costa de la identidad y los derechos humanos de sus habitantes. La comunidad internacional debe prestar atención a estas violaciones y apoyar la lucha del pueblo annobonés por su autodeterminación y libertad.