Según se supo a raíz de una visita realizada a una de las personas detenidas ilegalmente por el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, los annoboneses secuestrados fueron alojados en condiciones infrahumanas en habitaciones derruidas, junto con presos peligrosos, donde son obligados a dormir en el suelo en ambientes sin ventanas y en absoluto encierro.
Este miedo y la tensión del sitio donde están han generado consecuencias en los secuestrados del régimen, en algunos casos provocando aumentos de la presión arterial y poniendo en peligro su estado de salud. De hecho, una de las detenidas, con ataques de claustrofobia, ha caído en una grave crisis emocional frente a la burla de los guardias.
La historia sobre la detención de los annoboneses comienza a salir a la luz. Al ser detenidos, algunos de ellos, personas mayores con diagnósticos de enfermedades incurables que requieren medicamentos de por vida, fueron despojados de sus tratamientos por los propios militares. Entre los detenidos se destaca el caso de una mujer mayor que se entregó voluntariamente en la isla y llevó consigo una bolsa de medicamentos, pero, al abordar el avión, los militares se los confiscaron y la arrojaron a la basura, sin importarles las condiciones de salud particulares de los ciudadanos de la República de Annobón.
Durante todo este tiempo, ninguno de los detenidos ha tomado sus medicamentos ni ha habido preocupación alguna por sus vidas. En este punto, es importante aclarar que estas medicinas no fueron comprados en la isla de Annobón, donde no hay farmacias ni nada que se le parezca, sino que fueron enviados por familiares desde el exterior.
La situación humanitaria en Annobón es calamitosa.
