En respuesta a la creciente crisis eléctrica que ha sumido a la República de Annobón en la oscuridad y la desesperación, la dictadura de Guinea Ecuatorial ha anunciado reprobables medidas para abordar la situación, enviando un buque de guerra con suministros eléctricos.
La isla, afectada por la negligencia y la mala gestión de la Sociedad de Electricidad de Guinea Ecuatorial (SEGESA), se ha visto envuelta en un prolongado período de cortes de energía, dejando a sus residentes enfrentando condiciones extremadamente precarias.
El gobernador de la ocupación, Faustino Edu Michá, después de enfrentar la presión ciudadana, ha accedido finalmente a restaurar el rudimentario sistema eléctrico de la isla. En ese marco, Michá reunió a los empleados de SEGESA para anunciarles la próxima llegada del suministro necesario para reactivar el motor y proporcionar algo de alivio a los golpeados residentes de Annobón.
Aunque inicialmente esta polémica giró en torno a los exabruptos del gobernador, que intentó desviar la responsabilidad hacia los propios annoboneses, la situación dio un giro radical cuando los annoboneses divisaron sobre las costas la presencia de un buque de guerra que implica una fragante violación a la soberanía de la República de Annobón.
Por otro lado, es importante destacar que, si bien esta medida implicará la restauración del suministro eléctrico, el servicio seguirá siendo precario, con cortes intermitentes y limitados a algunas casas de San Antonio de Palé.
La delicada crisis humanitaria en Annobón ha alcanzado un punto crítico, con los residentes luchando por un acceso digno a los servicios más básicos. La presión ejercida por la comunidad ha obligado a que la dictadura brinde una respuesta, pero el resto de las penurias seguirán siendo una realidad cotidiana.
