El gobernador impuesto por la dictadura de Guinea Ecuatorial, Faustino Edu Michá, ha tenido que finalmente doblegarse ante las persistentes presiones de los habitantes de la República de Annobón, quienes han sido sumidos en la oscuridad debido a la negligencia, mala fe y cuestionables prácticas de la Sociedad de Electricidad de Guinea Ecuatorial (SEGESA).
Tras días de críticas y protestas por el corte masivo e injustificado del suministro eléctrico, el gobernador se vio obligado a dirigirse a la empresa proveedora, rogándole desesperadamente que hiciera todo lo posible por restaurar la luz en Annobón. Esta situación pone en evidencia la incompetencia flagrante e inacción del gobierno, que ha dejado a los annoboneses, que mantienen siempre vigentes el reclamo por sus derechos soberanos, sin acceso a electricidad, agua y alimentos básicos.
La torpeza de Michá llegó a tal punto que, en su reclamo urgente, olvidó la política de aislamiento que la dictadura ha impuesto sobre la isla, por lo que, para recibir cualquier tipo de provisión, es evidente que los annoboneses deberán esperar el arribo de la barcaza, algo que tendrá lugar al menos dentro de varias semanas.
La crisis en Annobón ha alcanzado un punto crítico, con los residentes cansados de pagar por un servicio eléctrico intermitente y de mala calidad. Mensajes de indignación se propagaron entre los habitantes, denunciando la inacción de las autoridades y expresando su frustración por la militarización de la isla y la grave crisis humanitaria que enfrentan.
La reciente prohibición por parte de la dictadura de Guinea Ecuatorial de una reunión convocada por el Vidjil, el parlamento tradicional de Annobón, para abordar la cuestión eléctrica, es solo un ejemplo más de la represión sistemática y la negación de los derechos fundamentales en la isla. Esta censura se suma a un largo historial de discriminación y abandono por parte del gobierno central en Malabo.
