Nota sobre la independencia de Guinea Ecuatorial (1968), un Estado fallido

Annobón

Día 12 de octubre de 2025. La independencia proclamada en 1968, que dio origen a Guinea Ecuatorial, fue un proceso desordenado, discriminatorio y contrario al derecho internacional.

El principio de autodeterminación reconoce la independencia a los pueblos y territorios bajo dominación colonial extranjera, como Annobón, Fernando Poo y Río Muni. Estos pueblos son los verdaderos sujetos de derecho internacional, pero no conformaban una unidad física, identitaria, lingüística ni territorial.

Tampoco firmaron libremente un acuerdo de cooperación o integración que justificara su unión en un solo Estado.

La Unión Bubi rechazó la independencia conjunta por temor a ser absorbida por las tribus del interior de Río Muni, con las cuales los isleños no tenían ningún vínculo histórico ni contacto previo. Por su parte, el pueblo annobonés nunca fue consultado ni informado sobre el proceso, debido al aislamiento permanente que padecía la isla. Además, la población apenas comprendía el idioma español y carecía de formación política, lo que impidió su participación consciente en los acontecimientos.

El acto de independencia fue presidido por Manuel Fraga Iribarne, entonces ministro de Información y Turismo. Sin embargo, dicho cargo carecía de la autoridad necesaria para encabezar una ceremonia de esa magnitud, máxime cuando seguían en funciones el jefe del Estado, Francisco Franco; el vicepresidente, Luis Carrero Blanco; el ministro de Asuntos Exteriores Fernando María Castiella; y el ministro de Gobernación Camilo Alonso Vega. Enviar al ministro de Información y Turismo a un acto de tal trascendencia demuestra la falta de seriedad y legitimidad del proceso.

Todo ello revela que la independencia de Guinea Ecuatorial se llevó a cabo de forma irregular y arbitraria. Como resultado, los pueblos involucrados —especialmente Annobón— quedaron sometidos a una estructura estatal artificial, fuente de sufrimiento, marginación y esclavitud perpetua.

¿Fue esto un acto de maldad o un error histórico? Sea cual fuere la respuesta, el resultado ha sido un Estado fallido desde su origen, tanto en su forma como en su fondo. Su desaparición, más que un desenlace, parece ser la única solución justa.

Orlando Cartagena Lagar
Primer Ministro
República de Annobón en el exilio.

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