Hermelindo León Raurel, conocido como Dino, nacido el 26 de agosto de 1976 en Mábana (Annobón), es una de las figuras culturales más destacadas de Guinea Ecuatorial. Dramaturgo, escritor y bibliotecario en el Centro Cultural de España en Malabo, fundó grupos teatrales como Bocamandja y dirige AMEA. Su trayectoria artística y su voz comprometida con las causas democráticas y los derechos humanos lo han convertido en un referente para el pueblo annobonés.
Trayectoria artística
Hermelindo ha escrito y escenificado obras propias como La niña en la sociedad (2011) y Mujer, ante la violencia, no te calles (2017), así como adaptaciones de clásicos como El sí de las niñas (2018).
Su literatura, mayormente en español y fa d’Ambô, aborda temas sociales, costumbres tradicionales y mitología annobonesa.
Entre sus obras publicadas y audioteatros se encuentran Milagrosamente sobrevivimos (2020), Sêlêm’a (2022) y Kulêntx’ê (2024). Ha recibido premios como el 12 de Octubre y el Miguel de Cervantes de la AEGLE.
Arresto ilegal en Annobón
El 25 de enero de 2025, mientras se encontraba de vacaciones en Annobón, Hermelindo fue arrestado por verdugos y colaboradores del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, sin orden judicial, como parte de un operativo de represión política contra la población de la isla. Fue detenido en su propia casa, delante de su familia.
Permaneció casi seis meses en prisión en Annobón en condiciones inhumanas: alimentación insuficiente, sin atención médica y bajo amenazas constantes.
Traslado forzoso a Malabo y extorsiones
Posteriormente fue trasladado a Malabo, donde sigue privado de libertad. Durante el traslado y su detención en la capital, fue extorsionado y estafado por sus captores, quienes le prometieron falsamente su liberación a cambio de dinero.
Un limbo judicial que prolonga su sufrimiento
Actualmente, Hermelindo se encuentra en un estado de limbo judicial. Las autoridades alegan que la persona responsable de su liberación “se fue al continente”, y que sin su firma no puede ser presentado ante el juez. Desde el mes pasado le dicen que será llevado a audiencia, pero esto nunca ocurre.
Enfermo y sin atención médica
Su salud se ha deteriorado gravemente. Padece síntomas compatibles con apendicitis, fiebre constante y secuelas de un sangrado interno ocurrido durante su reclusión en Annobón.
En la isla no había máquina para ecografía, por lo que nunca se investigó el origen del sangrado. Ahora en Malabo, también se le niega acceso a estudios médicos.
En un mensaje desesperado, Hermelindo comunicó: “Dile a madrina que estoy enfermo con amenaza de apendicitis y no me dejan ni para irme al médico. En Annobón no hay máquina para ecografía y no me lo hicieron tras el sangrado interno. Ahora en Malabo, tampoco me dejan ir a hacerlo para saber qué provocó dicho sangrado. Tengo fiebre a todas horas y no sé qué la provoca. Estoy muy mal».
Violación de derechos humanos
La negativa a brindarle atención médica constituye un acto de tortura y trato cruel, inhumano y degradante, prohibido por la Convención contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas. Su detención vulnera:
- El derecho a la libertad y seguridad personal.
- El derecho a un juicio justo.
- El derecho a la salud.
- La prohibición de detenciones arbitrarias.
Llamado a la acción
La comunidad annobonesa, defensores de derechos humanos en el exilio y organizaciones internacionales exigen:
- Liberación inmediata e incondicional de Hermelindo León Raurel.
- Acceso urgente a atención médica especializada.
- Investigación independiente sobre las torturas, extorsiones y detención ilegal sufridas.
- Garantías de no repetición para proteger a otros ciudadanos annoboneses.
La vida de Hermelindo pende de un hilo. La indiferencia del régimen y el bloqueo judicial son una sentencia de muerte lenta que solo la presión internacional puede detener.