La Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO) celebró el dictamen del Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas que calificó las detenciones como arbitrarias, pero denunció que la isla de Annobón sigue incomunicada, sin justicia ni reparaciones.
Tras meses de denuncias y presión internacional, 37 ciudadanos annoboneses fueron liberados luego de que el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria (WGAD) de las Naciones Unidas emitiera una opinión contundente: las detenciones fueron arbitrarias, ilegales y discriminatorias. La noticia fue celebrada por la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO), pero el panorama sigue siendo desolador: la isla de Annobón continúa incomunicada, sin justicia, sin reparación a las víctimas y bajo el control represivo del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
“La UNPO celebra su liberación y la opinión adoptada por el WGAD”, señala el comunicado oficial, pero también advierte que se trata de un paso parcial.
Detenidos por defender derechos humanos
Los 37 liberados fueron arrestados en julio y agosto de 2024 por participar en manifestaciones pacíficas en Annobón contra la degradación ambiental, la utilización de dinamita para extraer minerales, el abandono estatal y la discriminación sistemática. Según la UNPO, fueron acusados falsamente por su participación en protestas legítimas.
“La detención de los 37 annoboneses fue arbitraria […] como resultado directo de que los ciudadanos ejercieran sus derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión, asociación y participación política”, afirma el documento.
Tal y como lo recordó la UNPO, la Organización de las Naciones Unidas determinó que el régimen violó cuatro principios fundamentales:
Categoría I: No hubo base legal para las detenciones. Los ciudadanos fueron arrestados sin órdenes judiciales y permanecieron hasta 27 días sin comparecer ante un juez.
Categoría II: Fueron perseguidos por ejercer derechos reconocidos internacionalmente.
Categoría III: Se violaron las garantías de un juicio justo. No se les permitió asistencia legal, hubo procesos colectivos sin individualización y denuncias de tortura.
Categoría V: Hubo discriminación por su identidad étnica, cultural y por su posición política en favor de la autodeterminación de Annobón.
Un fallo contundente, una realidad impune
“El Grupo de Trabajo solicitó al Gobierno la liberación inmediata de las 37 personas, que se les otorgue una compensación y otras reparaciones, y que se investigue exhaustivamente […] los responsables de las violaciones”, indicó la UNPO.
A pesar del fallo, el régimen no ha ofrecido disculpas, ni iniciado investigaciones, ni compensado a las víctimas. La liberación fue forzada por el dictamen internacional, no por voluntad política del Gobierno.
La UNPO también subraya que las condiciones de detención fueron extremadamente duras: “Su liberación […] se produjo solo después de importantes retrasos y bajo duras condiciones físicas”.
Annobón sigue incomunicada
A casi un año del inicio de las protestas, la isla de Annobón permanece bajo castigo colectivo. El régimen bloqueó el acceso a internet el 20 de julio de 2024, suspendió el servicio de Starlink y prohibió el uso de dispositivos satelitales.
“La población de la isla permanece aislada e incapaz de comunicarse o documentar los abusos”, denunció la UNPO.
En este contexto, se lanzó una petición urgente ante la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos para exigir el restablecimiento del acceso a internet y el fin de las represalias.
Firmá la petición acá: https://act.accessnow.org/page/173891/action/1
El reclamo sigue vigente
“La UNPO insta al Gobierno de Guinea Ecuatorial a cumplir plenamente con las recomendaciones del WGAD y pide al Gobierno que se comprometa en un diálogo significativo con el pueblo de Annobón, respetando sus derechos humanos fundamentales […] incluido su derecho a la libre determinación”.
Desde Ambô Legadu adherimos a ese reclamo. La liberación no es suficiente. La represión continúa, la isla sigue censurada y el régimen sigue impune. Annobón merece justicia, comunicación libre y respeto a su soberanía.