A través de su cuenta de Twitter, el vicepresidente de la dictadura de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang, dio a conocer el presunto descubrimiento de un fraude de más de 171.000 millones de francos cefas.
Según detalló, la maniobra habría sido llevada adelante a través de las declaraciones aduaneras de empresas mayoristas de productos alimenticios en Guinea Ecuatorial: “Estas firmas declaraban sólo el 4 por ciento de sus mercancías, lo cual les ha creado problemas en sus transacciones económicas con BEAC, y ahora pretenden subir los precios a la población y crear una crisis alimentaria que no permitiré”, afirmó el vice en un intento de mostrarse como paladín de la Justicia ecuatoguineana.
La postura de Teodorín llamó la atención del primer ministro de la República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, país que mantiene un permanente reclamo en torno a la militarización de la isla que, a pesar de haberse declarado independiente, es diariamente expuesta por la dictadura a una crisis humanitaria de la que habla el mundo: “Teodoro Nguema Obiang, hijo del tirano, no ha descubierto ningún fraude, es usted un fraude nacional sin legitimidad para hablar de la economía por el derroche que hace del dinero de la madera, petróleo y pesca… que es de todos los pueblos y territorios de Guinea Ecuatorial”, afirmó el funcionario annobonés.
«Durante años los recursos naturales de la isla de Annobón, como la pesca y los minerales, han sido saqueados en forma ilegal por la tiranía de Guinea Ecuatorial», añadió.
LA JUSTICIA, DETRÁS DE TEODORÍN
El hijo del presidente Teodoro Obiang Nguema forma parte de una investigación abierta por la Justicia española que pesa sobre miembros de la cúpula de seguridad de Guinea Ecuatorial como presuntos autores de un delito de secuestro con finalidad terrorista y torturas a dos ciudadanos españoles.
Fuentes jurídicas confirmaron que la investigación afecta también al secretario de Estado de la Presidencia y jefe del servicio secreto en el exterior e hijo también del presidente Obiang, Carmelo Ovono Obiang; al ministro de Estado, Nicolás Obama; y al director general de la Seguridad Presidencial, Isaac Nguema.
Trascendidos policiales apuntan a que los tres iban a bordo del avión presidencial que en 2019 trasladó desde Sudán del Sur a Malabo a Feliciano Efa y a Julio Obama, dos ciudadanos españoles y opositores al régimen de Obiang capturados en ese país. Esos tres altos cargos habrían estado presentes y participaron de las torturas a las que fueron sometidos los dos ciudadanos españoles y otros dos más ecuatoguineanos en la prisión en la que permanecen recluidos, tras ser condenados por un presunto golpe de estado en un juicio sin garantía alguna.
Finalmente, vale destacar que, desde su independencia de España en 1968, Guinea Ecuatorial está considerada por las organizaciones pro derechos humanos uno de los países más corruptos y represivos del mundo, debido a las acusaciones de detenciones y torturas de disidentes y a las denuncias de repetidos fraudes electorales.
